Hace un mes, el Ejecutivo municipal inauguró una dársena de giro hacia la izquierda en la esquina de Rómulo Noya y Avenida Gallesio. Esta obra se planificó como complementaria a la construcción de los bulevares en las avenidas de circunvalación de la ciudad.
Además, el Ejecutivo instaló un semáforo que permite doblar hacia la izquierda en la calle Ameghino, retirando el habitual cruce ubicado en la calle Rómulo Noya.
Dada esta modificación, todo el tránsito que circula por Gallesio y se dirige hacia la zona oeste de la ciudad debe doblar en Ameghino, tomar Córdoba y girar hacia la izquierda por calle Rómulo Noya para cruzar las vías.
Este nuevo trazado ocasionó que muchos vecinos del vecindario muestren sus quejas porque no se estaría acompañando estas iniciativas con infraestructura.
“Desde que retiraron el semáforo de la esquina de Gallesio y Noya, una gran cantidad de automóviles circula hacia el oeste de la ciudad por calle Ameghino y Córdoba, dos arterias que no está pavimentadas debidamente para soportar al gran flujo de tránsito que vamos a tener a partir de ahora. Tememos que, dentro de unos meses, nuestra calle quede igual de deteriorada que Rómulo Noya”, expresó un frentista de calle Ameghino.
De esta manera, la única vía céntrica para llegar hacia toda la zona oeste, desde el norte o el este de la ciudad, es Ameghino y Córdoba.
Por su parte, los automovilistas también reclamaron que no hay carteles que indiquen esta modificación y que “el cuello de botella” que antes se generaba en la avenida Gallesio para doblar hacia el oeste, ahora se produce en la esquina de Córdoba y Rómulo Noya.
“Para los que venimos del barrio de Villa Carmencita o del Centro, y debemos hacer este recorrido, nos es imposible doblar por Córdoba hacia las vías.
O colocan un nuevo semáforo en esa esquina o hacen algo por solucionar este nuevo problema que se generó con esta modificación en avenida Gallesio. El Ejecutivo solucionó la mitad del problema, solucionó el tránsito que se dirige desde avenida Gallesio hacia el Centro pero no se fijó en el problema que sigue representando girar hacia el barrio de San Jacinto”, expresó un automovilista.
Lo cierto es que el problema del tránsito de la ciudad excede la redirección de calles, posibles giros a la izquierda o nuevos semáforos.
Si bien anunciaron que académicos de Rosario estaban trabajando en un plan para reordenar el tránsito zarateño, aún no se dieron a conocer resultados ni posibles soluciones.
Mientras tanto se aplican ciertas alternativas que todavía están lejos de optimizar la circulación en varios puntos neurálgicos de la ciudad.