Tras la tensa reunión que se llevó a cabo ayer entre el Ejecutivo municipal, instituciones y vecinos en Lima en donde se produjeron fuertes discusiones hasta que se logró encausar el diálogo entre las partes, en diálogo con LA VOZ el jefe de Gabinete, Pablo Giménez manifestó que “hubo una gran derrota circunstancial de todos los actores que intervenimos”. Con estas palabras, el funcionario se refirió al mea culpa que se hizo desde el propio Gobierno municipal y extendió al resto de las entidades que participaron del conflicto y la manifestación.
“Todos nos tenemos que hacer responsables de este fracaso circunstancial”, expresó, “porque la Junta Institucional de Lima (JICRELI) fue sobrepasada por la protesta que convocó y permitió que intervinieran personas ajenas, no encontró nunca la forma de modular el diálogo y el Municipio falló en cuestiones que podrían haberse resuelto con mayor rapidez”.
En relación a los momentos de tensión, las discusiones acaloradas y los posibles intereses que se podrían haber movilizados hasta la delegación mezclándose en la manifestación, Giménez sostuvo que “nosotros hacemos una introspección pero creo que las instituciones de Lima tendrían que controlar que de las protestas no participe gente que no es de la localidad, cuidar que los reclamos sean genuinos también significa no permitir que se politicen”.
No desconoció la justificación de la demanda de los vecinos de Lima pero sostuvo que “todo está encarado, reconocemos que algunas cuestiones se encuentran demoradas, suspendidas o lentas, el reclamo no fue insensato pero fue desmesurado” e indicó que hay cuestiones que no dependen directamente del Ejecutivo sino de otros estratos de gobierno.Dentro del contexto de tirantez entre las partes, Giménez mantuvo un rol de mediador mesurado. “Me tocó cumplir el rol de contestar todo aquello que estaba fuera de lugar”, manifestó agregando que para no profundizar el conflicto el límite fue mantener la paz social. “Veía la necesidad de defender al intendente ante el agravio, por eso mi participación, pretendí que se respetara la investidura del intendente”, concluyó.
LINEAMIENTOS PARA LA NUEVA DELEGACION
Dada la incorporación a partir del próximo año de Ricardo Priori como nuevo delegado de Lima, Giménez dijo que no se plantearon más lineamientos que continuar con aquello que se está haciendo bien y mejorar el funcionamiento de algunas áreas en base al nuevo organigrama, así como también el diálogo y la articulación con la comunidad.
“Primero le pedimos que profundice lo que se venía haciendo bien”, informó, “después que modifique entre otras cosas la articulación con el área de Salud, mayor presencia en el Corralón y mejor manejo de la Oficina del Vecino porque vemos que en Lima no hay cultura de usar como medio a las instituciones para el reclamo”.