Familiares de Nicolás Bonomi, el joven limeño que perdiera la vida en octubre de 2008 tras ser embestido por un vehículo, que después se diera a la fuga, cuando circulaba en su motocicleta a la vera del camino a la Central Nuclear de Atucha, informaron que la fiscalía descentralizada de Zárate ordenó la realización de nuevas pericias y comenzó a acelerar la investigación.
Aunque durante estos meses se desarrolla la feria judicial, debido a los resultados de las anteriores pericias mecánicas y cuestiones no del todo claras para la justicia, en diciembre se ordenaron nuevas pruebas para esclarecer el accidente y así determinar las responsabilidades en el hecho. Los familiares destacaron la forma en la que se retomó el caso y la celeridad que se le dio al expediente aunque fuera en el último mes del año pasado y ahora deban seguir esperando. Además, informaron que se tomaron nuevas declaraciones a testigos.
Algunas de las personas que pudieron observar parte del hecho, en su momento aseguraron que el joven, que tenía 19 años de edad cuando falleció, fue abandonado a la vera del camino tras ser atropellado por un vehículo remis y que el mismo remisero habría trasladado, posteriormente, al padre del joven hacia tan triste escenario. Estos y otros datos son materia de la investigación que lleva a cabo la justicia.
Más allá de las dudas que se generaron alrededor de la muerte de Nicolás Bonomi, lo cierto es que su familia y amigos no dejan de pensar en él y que hace más de un año que han tratado de llamar la atención de la comunidad a través de marchas y concentraciones, no sólo para que el caso en particular no quede en la nada, sino también, para que el abandono de personas no se transforme en una constante.
Esta muerte llegó a los corazones de muchos vecinos de Lima que han acompañado a la familia en las distintas manifestaciones y pedidos de justicia. Además, abrió caminos de reflexión respecto al ordenamiento del tránsito en Lima, que se ha convertido en una localidad con un movimiento muy importante de vehículos de mediano, pequeño y gran porte.
En ese marco, el caso particular del camino a las dos centrales nucleares, donde sucedió el accidente, es paradigmático ya que al día del hecho no existía ningún tipo de señalización y mucho menos, un camino acorde a las circunstancias adaptado para el acceso no sólo a las centrales, sino también, a dos terminales portuarias, una empresa celulosa, una escuela primaria y un centro turístico como el Club de Pesca.
Con el nuevo rumbo que tomó la investigación, familiares y amigos del joven sienten renovadas sus esperanzas y aguardan con ansias que cierre la feria judicial para que surjan nuevos datos que permitan esclarecer el hecho.