Después de una jornada agobiante el lunes, la tormenta no tardó en hacerse presente y se desató sobre la ciudad con furia en horas de la madrugada de ayer. Hubo vientos que superaron los 60 kilómetros por hora y el caudal de agua caída en tan corto lapso de tiempo volvió a superar los desagües pluviales. Sin embargo, en Zárate no se registraron graves consecuencias como la de los últimos temporales que azotaron la zona.
Si bien hubo caída de árboles, ramas, anegamiento de calles desde el Municipio informaron que no se produjeron grandes inconvenientes. No hubo voladuras de techos, heridos ni necesidad de evacuar personas.
Fue pasada la madrugada de una jornada en la que los zarateños debieron soportar temperaturas que alcanzaron los 35 grados de sensación térmica y baja presión, llegó a la ciudad y fue muy fuerte la lluvia acompañada de importantes ráfagas de viento.
El subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Walter Salcedo, informó que fueron dos los tipos de consecuencias, por un lado el de anegamientos por los mílimetros de agua caída en pocos minutos y, por el otro, la intensidad con la que sopló el viento.
Uno de los puntos que más preocupaba a los funcionarios era el sistema hídrico, debido a los colapsos sufridos anteriormente. Sin embargo, Salcedo sostuvo que “los trabajos realizados dieron buenos resultados salvo en puntos históricos como en calle Pividal, Carriego y Juan B. Justo que todavía cuentan con desagües muy chicos para desagotar tanta cantidad de agua; Villa Angus, La Florida, Villa Bosch que eran los barrios ya emblemáticos tampoco sufrieron mucho, el problema sigue siendo el mismo, mucho caudal de agua en poco tiempo”.
Ya despejado el cielo en la mañana, cerca del mediodía de ayer se encontraba todo el distrito prácticamente desagotado.
Por otro lado, en relación a la intensidad del viento, el subsecretario señaló que generó más caída de ramas que de árboles, no hubo voladura de techos y que la limpieza de la ciudad en ese sentido se continuarían incluso hasta el día de hoy, pero sin mayores consecuencias.“El viento, que fue de gran intensidad, no provocó que se cayeran árboles enteros como en otras oportunidades, hubo dos pero que se retiraron enseguida, peor no más que eso”, dijo Salcedo.
