El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, afirmó ayer que “no hay rebelión en la granja”, al rechazar que el bloque de diputados oficialistas de la provincia de Buenos Aires haya manifestado cuestionamientos contra el ex presidente Néstor Kirchner y el gobernador Daniel Scioli.
El funcionario se refirió así a un encuentro que se desarrolló días atrás en la casa de Pinamar del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Horacio González, de la que participaron casi todos los legisladores de la bancada kirchnerista.
“Me remito a las palabras del presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González, y anfitrión de esa reunión en su casa en Pinamar donde desmiente que haya sido una reunión donde haya (habido) críticas”, señaló Pérez, al salir al cruce de varios artículos periodísticos que daban cuenta de la existencia de una “rebelión” en las filas oficialistas.
LA HISTORIA
El lunes por la noche, un grupo muy importante de diputados bonaerenses, poderosos jefes territoriales del distrito más grande del país, habrían iniciado una rebelión en el peronismo que tiene como objetivo terminar con el liderazgo sin negociación al que los someten los Kirchner, y por ende también el gobernador Scioli, según versiones periodísticas.
En total, 22 de los 37 legisladores bonaerenses con los que cuenta el Frente para la Victoria se reunieron en la casa que alquiló en Pinamar el presidente de la Cámara de Diputados de Buenos Aires, Horacio González, distanciado de Kirchner desde que éste, tras pedirle varios favores políticos de importancia, finalmente lo ninguneó y evitó nombrarlo como presidente el Congreso del PJ provincial.
ESTUVO VARELA
Entre muchos otros presentes en el asado, estuvieron el presidente de bloque del FPV bonaerense, Raúl Pérez; Guido Lorenzino, Franco La Porta, Iván Budassi; Horacio Hogan, Juan de Jesús, Gabriel Bruera, Juan Garibotto y Jorge Varela, diputado provincial y esposo de la intendente de la ciudad de Campana, Stella Maris Giroldi.