El joven de 23 años que el jueves se presentara en la Jefatura Distrital de Campana confesando haber sido el autor material del homicidio de Enrique Bautista González, el vecino de barrio de Saavedra que había desaparecido el sábado pasado, se encuentra imputado por la causa caratulada como “Homicidio Criminis Causae”. Sin embargo existen aún muchas dudas en torno al crimen que conmocionó a la comunidad zarateña esta semana.
En toda la jornada de ayer, la fiscal que entiende en la causa, Andrea Palacios, tomó declaración a los tres detenidos en el marco de la investigación por la desaparición y muerte de González que se divide en dos. Por un lado, el homicidio y, por el otro, el desmantelamiento del vehículo Fiat 147 propiedad de la víctima.
“El joven de 23 años está imputado pero hay que aclarar que acá hay dos delitos”, dijo el titular de la Comisaría Primera de Zárate, Alejandro Mendieta, uno de los funcionarios policiales afectados en la investigación, “tenemos el desarmado del vehículo, por una parte, y el Homicidio Criminis Causae, por otra”. De este último, sería responsable el joven conocido como “Davido”, oriundo del barrio Santa Lucía, conocido de la víctima y con antecedentes delictuales menores.
De acuerdo al derecho penal argentino, el tipo de homicidio que se le imputa al acusado de la muerte de González, es el homicidio que se encuentra en conexión con otro delito. Se mata “para” o “por” otro delito.
Aunque el móvil del crimen es aún parte del proceso de investigación, de acuerdo a la caratula judicial, la motivación del infractor en el acto criminal se encuentra en la comisión del delito para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, asegurar su resultado o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito.Es que de acuerdo a lo que manifestara la fiscal el día en que fue hallado el cuerpo de González, una de las hipótesis de investigación es el robo del vehículo. Sin embargo, desconcierta que se trate de un rodado de bajo valor en el mercado y la conexión personal entre víctima y victimario.
“Todo sigue en plena investigación”, dijo Mendietta en torno a todas las preguntas que se irán dilucidando a medida que avance la investigación. “El arma aún no apareció así que se continúa con las tareas investigativas que lleva a cabo la fiscal”, agregó. La localización del cuerpo y del vehículo, el primero ubicado en el kilómetro 91 de la Panamericana y el segundo en un descampado de Ruta 6 entre Saavedra y Santa Lucía, también llena de interrogantes el hecho.
Por otra parte, también se trata de establecer la conexión en el hecho de los otros dos detenidos, ambos mayores de edad, quienes hasta ayer permanecían alojados en distintas comisarías de la jurisdicción Zárate-Campana.
La policía secuestró en su poder algunas partes del Fiat 147 de la víctima en sus domicilios en una serie de allanamientos que se realizaron a metros de donde fuera encontrado el automóvil. Ante los investigadores, ambos se desligaron del homicidio y señalaron que una persona les habría pagado para que robaran el automóvil que desarmaron.
Según se desprendió de los primeros análisis de la autopsia los forenses determinaron que González habría sido asesinado el mismo día en que desapareció y que el disparo se realizó a menos de cincuenta centímetros del cuerpo.