Haciendo lugar a uno de los puntos del petitorio de los amigos de Juan Cruz Marques, de generar y debatir socialmente cambios en las normas de convivencia y nocturnidad del distrito, entre otras cosas reduciendo el horario de cierre de los locales nocturnos y la venta de alcohol, el Ejecutivo Municipal inició la semana pasada una ronda de reuniones con distintos sectores.
Uno de los encuentros se llevó a cabo el viernes al mediodía con representantes de distintos comercios de esparcimiento nocturno del distrito, ámbito desde el que hubo poca predisposición a aceptar la iniciativa oficial de poner límites en los horarios.
Defendiendo sus intereses, los comerciantes sostienen que acotar la apertura y cierre de estos locales no dará solución y que redundará en un perjuicio económico para el sector.
Sin embargo, el Municipio demostró una actitud firme sobre esa medida que aún no está del todo definida. No obstante, sí se mostró abierto a escuchar sugerencias para mejorar la iniciativa y debatir sobre ciertos puntos de inflexión como cuál sería el horario de cierre y modo de aplicación, paulatino o súbito.
Según trascendió, en la reunión los propietarios de locales nocturnos manifestaron que su postura en contra no era “caprichosa” y sostuvieron que las autoridades “están cortando por lo más delgado”. Además, aseguraron que los desmanes no se producen en el interior de los mismos sino en el exterior.
Del encuentro, también participaron amigos del joven que falleciera en vísperas del Día del Amigo al ser alcanzado por un disparo efectuado por un policía alcoholizado de civil que lo acusó de haberle querido robar un bolso.
Si bien muchos encuadran el trágico hecho como un crimen aislado, factores como el alcohol, la noche, la falta de controles, despertaron el reclamo que se mantenía latente en la comunidad sobre la necesidad de producir un ordenamiento de la noche zarateña.
Precisamente el sector en el que más reacciones en contra han encontrado las políticas públicas de control es el que retomó el reclamo, se puso al frente de un clamor que tuvo y tiene un aval masivo de la sociedad zarateña reflejado en una multitudinaria marcha.
Sin embargo, los comerciantes, lejos de ver esa realidad sobre la que no por nada la comunidad pide un cambio, consideran que la juventud ha adoptado una actitud “hipócrita”.
La falta de atención que demostraron los representantes de pubs, bares y locales bailables de Zárate en la reunión del viernes al momento en el que los amigos de Juan Cruz intentaron explicar las motivaciones que los llevaron a movilizarse demandando soluciones concretas, reflejó la disconformidad de los comerciantes al ver sus intereses económicos amenazados.
“Tiraron una bomba caliente a la calle”, dijo uno de los referentes de la actividad nocturna zarateña sobre la participación activa de los allegados a la víctima. Sin embargo, tanto los jóvenes como las autoridades locales, sostienen que la bomba había sido encendida mucho tiempo atrás y que era cuestión de tiempo para que explotara.
Si bien los funcionarios municipales dan parte de razón a la postura de los comerciantes en cuanto a que reducir el horario de cierre por sí solo no dará solución a la compleja problemática, consideran que “por algo hay que empezar, sabemos que amerita una respuesta integral y en eso estamos trabajando”.
“No queremos tenerlos como enemigos”, dijo el secretario de Gobierno, Aldo Morino, sobre el descontento de los comerciantes, “esperamos acompañamiento porque no queremos perjudicar a nadie, sólo dar soluciones”.