Es un año de mucha conflictividad social para el sector de la construcción con todas las obras nacionales paradas en Zárate, cientos de trabajadores se encuentran desempleados y acuden a de la seccional local de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) para pedir trabajo.
En Zárate, el proyecto nuclear está desfinanciado y la construcción de un reactor modular en Lima, llamado Carem 25, se paralizó. Como así también la construcción de la tercera central nuclear.
Casi 300 empleos perdió la Uocra en el sector nuclear con la suspensión de la obra del Carem más los indirectos relacionados al transporte, la logística y la gastronomía.
No obstante, la Unión Obrera de la Construcción local está esperanzada con el ingreso de trabajadores para la parada prolongada que tendrá Atucha I, en su extensión de vida útil.
La extensión de vida de Atucha I resulta ser un bálsamo para los obreros de la construcción en pos de obtener empleo. El pasado 29 de septiembre comenzó la parada técnica de la central nuclear pionera del país para extender su vida útil por otros cincuenta años de servicio.
Tal como anunció este medio, la empresa administradora de la planta buscó aprovechar hasta el último de los días permitidos por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) para que la obra prevista por unos US$ 450 millones comience luego de la temporada invernal.
La parada de reacondicionamiento será larga, entre 30 y 36 meses, y empleará a 2500 trabajadores en el “pico máximo” de la obra. Claro que este pico máximo recién llegaría a mediados del año que viene y la Uocra está esperanzada porque ya han comenzado los primeros ingresos de trabajadores y hay mucha demanda de trabajo.
Durante los largos meses de parada las obras, en general, que se llevarán a cabo son; la implementación de un nuevo sistema de protección del reactor, la calificación ambiental de equipos, la modificación de los sistemas de control, la modernización y cambios en la turbina y la implementación de un simulador de alcance total específico para Atucha I, entre otras actividades. Este proyecto permitirá mantener la potencia instalada nuclear.
La central había cumplido desde el 9 de septiembre de 2023 y por diez semanas una última parada programada para realizar tareas de mantenimiento sobre los sistemas de seguridad de la planta, como la intervención en el reactor, la ejecución del Programa de Inspección en Servicio, el mantenimiento preventivo de los generadores diésel de emergencia, de las válvulas de aislación del circuito de inyección de boro, de rectificadores, transformadores y barras del circuito eléctrico asegurado, así como también el mantenimiento y ensayos de baterías, y la ejecución de pruebas repetitivas establecidas por la Autoridad Regulatoria Nuclear, que es el órgano de contralor de las actividades derivadas de la energía nuclear en el país.