Nucleoeléctrica Argentina informó que la parada programada de la Central Nuclear Atucha II avanza conforme al cronograma establecido, con una proyección de retorno a operación para mediados de diciembre. Para ello, se han contratado 460 trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) que conforman un total de 1730 personas teniendo en cuenta que muchos empleados de NASA están participando de la obra.
El proceso, que comenzó hace 84 días, forma parte de un plan regular de mantenimiento, inspección y mejoras que aseguran el funcionamiento óptimo y seguro de la planta. Durante esta parada, se están ejecutando 4.200 tareas programadas que incluyen inspecciones en sistemas críticos, mantenimiento preventivo y trabajos de modernización en componentes clave.
Además, se aguarda el inicio de la extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I, que cumple 50 años y debe actualizarse.
Si hay algo vertiginoso en el rubro de la energía nuclear es la incorporación de tecnología y herramientas que hoy esta central no tiene. Pero extender la vida de una planta tan antigua, bajo la perspectiva de la ingeniería nuclear, no es fácil. Sino que es muy complejo. Y estará parada 30 meses; un plazo en el cual se resentirá la generación de energía en el país. Cualquier atraso será millonario y no será nada fácil su proceso industrial.
Cabe señalar que si bien es la primera central argentina, y de Latinoamérica, desde la empresa operadora, Nucleoeléctrica Argentina aseguraron que todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados con el correr del tiempo y cumple con las exigencias locales e internacionales.
A la par de su operación, desde el año 2008 a la fecha, Nucleoeléctrica Argentina(NASA) se encuentra ejecutando el “Proyecto de Extensión de Vida De Atucha I”, cuya finalización permitirá extender su operación por 24 años adicionales a plena potencia, estiman hasta el 2046 con sus actuales 350 MW de potencia instalada.
Se trata, en realidad, de un proceso continuo, que ha iniciado su marcha en el año 2008 con obras menores y relacionadas a la modernización de varios de sus componentes periféricos. De ahí que muchas paradas se hacen para ir modernizando progresivamente el equipamiento; por ejemplo, para incorporar equipos diésel de emergencia nuevos en reemplazo de aquel de 40 años atrás.
Según lo acordado con la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), Nucleoeléctrica se comprometió a abordar la operación a largo plazo de Atucha 1 mediante un plan de acciones graduales.
La reconfiguración de la Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares tendrá como objetivo abarcar la extensión de la vida de Atucha I, con la construcción de dos piletas de almacenamiento en seco para elementos combustibles(ASECQ). Una ya está construida y ahora resta un segundo edificio.
Esta será una de las obras que deberá encarar el personal de la Uocra, la construcción de ASCEQ 2; además de dos edificios donde se ubicaran los simuladores de operación; uno para Atucha 1 y otro para la 2;aparte de otras obras complementarias.
OBREROS DE LA CONSTRUCCIÓN AGUARDAN LA PARADA
La parada técnica de Atucha I genera expectativa dentro del mercado laboral de la construcción, deprimido en los últimos años por el parate de muchas obras y, en especial, por la falta de continuidad del proyecto nuclear argentino de parte del actual gobierno de Milei. “La idea es que los 430 obreros que desempeñan tareas en Atucha 2 pasen a la obra de Atucha 1 para continuar con las tareas.
Muchos de ellos se merecen estar por el buen ejercicio desarrollado en Atucha 2 y porque tienen experiencia en el ámbito; además muchos de ellos son especialistas y tienen características y expertis en el ámbito nuclear”, informó Julio González, titular de la Uocra local. “Estimamos que en el primer trimestre del año comenzarán a incorporarse el grueso de trabajadores a la parada ya que trabajo sobra y existen muchos frentes de trabajo”, concluyó Julio González, secretario general de UOCRA Zárate.