Los baches, las veredas rotas y el agua que se acumula en la superficie por las aberturas que poseen las calles dañadas, ya sea por obras públicas o por fisuras de la red, son parte de los inconvenientes permanentes de vecinos de los distintos barrios de Zárate que deben cruzar a menudo por las arterias destruidas y hacer malabares para tratar de no romper el vehículo o una pierna.
Entre los tantos reclamos que conforman una extensa lista por el mal estado en el que se encuentran las calles de la ciudad, se encuentran los de automovilistas que transitan a diario o no por Sargento Cabral, entre Ubaldo Fernández y Lavalle.
Allí se pueden observar varios baches, muchos de ellos remendados en su momento pero que se han vuelto a abrir por el continuo transitar de vehículos.
Algunos vecinos que residen en el barrio, señalan que la arteria comenzó a deteriorarse desde que se habilitó un predio de la zona como estacionamiento de camiones y colectivos de gran porte.
Según indicaron, cuando comenzaron a observar el deterioro de la calzada, presentaron reclamos ente el Municipio, desde donde se enviaron cuadrillas para tapar los pozos. Sin embargo, agregaron que la falta de mantenimiento y el ingreso y egreso de esos vehículos de gran porte incidieron en que la arteria se haya vuelto a averiar.
Las quejas sobre este tipo de problemáticas son constantes, los días pasan y las soluciones demoran más de lo esperado. Muchas veces, los mismos vecinos se encargan de rellenar los baches con escombros, tierra o piedras para tratar de equilibrar, de alguna manera, la calle para que no sea tan difícil atravesarla, ya sea en automóvil o a pie, ya que cabe aclarar que desde Conesa hasta Lavalle no existen veredas.