Se alzaba “burlón e irónico” delante de la cortina del bloque de concejales del Frente para la Victoria- Partido de la Victoria.
Cualquier persona, para verlo, debía atravesar el pasillo lateral del concejo y ubicarse delante de la puerta vidriada del bloque.
“¡Bienvenido! Compañero Osvaldo Cáffaro”, rezaba la leyenda del cartel hecho a mano y que sostenía a su izquierda una foto del intendente socialista abrazado a la Presidente, Cristina Fernández.
De tan angosto que resultaba el corredor lateral del concejo, se podían escuchar susurros. Una pared le comentaba a la otra, “¿viste lo que hay ahí pegado?”. “¿Y qué querés?, responde la otra. “Luego de las obras anunciadas y de los cientos de millones de pesos, ya se lo puede considerar un compañero peronista. Si hasta lo recibe a De Vido en la municipalidad”.
Se hizo un silencio y se preguntó en voz alta, “el tema es que ahora se viene el tiempo de las muestras de lealtad. ¿Néstor no le pedirá que se presente en una candidatura testimonial con una lista colectora, no?”.
Cuando la otra iba a responder, justo dos concejales se pusieron a dialogar en el pasillo, entonces decidieron callar.
La pared interpelada no respondió, intentó esbozar un gesto pero no pudo. Quizás sea una locura, pero testigos juran haberlas escuchado susurrar cada cosa que allí sucede.
