Hace tres semanas que el municipio, tras insistentes reclamos diarios, procedió a cortar los pastos y a sanear toda la zona ubicada detrás de la estación, sobre calle Perú, en el Barrio Mitre.
Según lo comentado por los vecinos, los pastizales alcanzaban casi un metro y medio de altura y se ubicaban sobre toda la calle Perú, otorgando todas las condiciones para que se produzcan hechos delictivos de cualquier índole.
“Nos cansamos de pedir que vengan a limpiar toda la zona y a cortar los pastos. Más allá de mejorar la infraestructura, que nos interesa y mucho, queremos que se mejore la seguridad. Por eso pedimos que corten los pastizales porque muchos chicos que se dirigen al Colegio Industrial a estudiar, eran asaltados impunemente entre los altos pastos”, comentó una vecina de calle Perú.
No obstante, luego de que el municipio se dignara a asistir al lugar, los hechos delictivos siguieron sucediendo.
Hace dos semanas una señora fue asaltada y recibió una herida en la cabeza producto de un culatazo. Esta persona, actualmente, se encuentra internada en un hospital de Capital Federal.
A su vez, otra señora de 45 años fue también asaltada en esa zona para robarle una bicicleta, quien también fue arrojada al piso en el forcejeo con dos delincuentes.
A raíz de esto, mantuvieron una reunión con el concejal de la Coalición Cívica, Jorge Paíz, quien gestionó la instalación de 3 luminarias en todo el predio.
No obstante, los vecinos siguen temerosos por la continuidad de diferentes hechos de este tipo.
“Queremos que se instale un destacamento como el que está ubicado en el barrio Juana María. No podemos seguir viviendo así, entre el temor a que nos asalten, en medio de pastizales y oscuridad. Queremos que el intendente y TBA hagan algo en todo este predio que hoy se encuentra abandonado y favorece al desarrollo de diferentes hechos delictivos”, expresó otra vecina de calle Perú.
Los empleados de TBA también reclaman seguridad
El mismo relato es esbozado por los empleados de Trenes de Buenos Aires, en relación a los diferentes hechos delictivos que se desarrollan en el lugar.
“Tenemos miedo al ir a cambiar las vías porque varios pibes se esconden entre los pastizales, aprovechando la oscuridad. Salen y nos amenazan con armas y cuchillos. Ya nos robaron varias veces y queremos trabajar tranquilos”, confesó un empleado de TBA.
