Aunque varios frentistas de Villa Angus resultaron beneficiarios del programa de pavimentación que lleva adelante el Municipio con financiamiento nacional, otros quedaron relegados y todavía padecen los inconvenientes que provoca la combinación de las calles de tierra con la lluvia.
Las copiosas precipitaciones del martes desnudaron nuevamente los problemas que padecen los habitantes de barrios en los que las calles, con cada lluvia, se transforman en pantanos. Vecinos de 3 de Febrero al 1900 reclaman por el mejoramiento de la arteria.
Si bien tiempo atrás fue recubierta por un fino colchón de escoria, con el temporal parado y el transitar de los vehículos dicho material se disipó totalmente como si nunca hubiese estado presente.
Con el rodar de cada vehículo, el suelo de tierra de la calle sobre la que tanto había llovido y sobre la que pasaron no sólo automóviles particulares sino también transporte público, se fue aflojando. Las huellas se hicieron cada vez más profundas y más traicioneras provocando el enfurecimiento de vecinos y automovilistas.
