En la mañana de ayer, Roberto Huergo, concejal del Partido Justicialista; y Oscar da Costa, miembro del unibloque Pertenencia Radical, visitaron la comisaría y se entrevistaron con el titular de la dependencia, Daniel Manfredi.
En esta visita constataron el pésimo estado edilicio en el que se encuentra la comisaría, ubicada en pleno Centro.
Al respecto, el edil Oscar da Costa afirmó que “en el año 2011 aprobamos una ordenanza para que la comisaría sea arreglada por un monto de 320 mil pesos, dinero que debía enviar la Provincia. Ese dinero finalmente fue enviado pero no sabemos para en qué se utilizó. Lo que sí sabemos es que hoy es infrahumano trabajar en la Comisaría Primera. Los techos se vienen abajo por la humedad, los baños se encuentran en pésimas condiciones, no hay una cocina, solamente unas precarias hornallas, y la instalación eléctrica es obsoleta. Pese a todo esto, los policías allí trabajan y la mitad de ellas son mujeres; para que todos los ciudadanos de Zárate tengan una idea de las pésimas condiciones laborales en las que se desempeñan los servidores públicos. Es una decadencia total”,
El concejal del Bloque Pertenencia Radial agregó que “debe ser una preocupación para nosotros, como ciudadanos, y para nosotros como legisladores, saber para qué se utilizó, finalmente, ese dinero. Ahora yo me pregunto, ¿de las industrias no colabora ninguna en esto?. Como decía antes, hay un 50 % de mujeres que trabajan donde no hay un lugar en condiciones de bañarse; deben ir al baño de las estaciones de servicio. El Municipio debe tender una mano, dado el presupuesto abultado que tiene, y debe informarle a toda la comunidad qué hizo con el dinero girado desde el gobierno provincial para remodelar la comisaría Primera local y la Segunda de Lima”, agregó el edil y concluyó: “La policía trabaja para nosotros pero debemos darle las condiciones mínimas para funcionar”.
Por su parte, el concejal justicialista Roberto Huergo también se refirió al tema; “no sabemos qué pasó con el dinero que envió el Estado provincial. Nosotros aprobamos una ordenanza que el propio Municipio incumplió. En la ordenanza aprobamos una memoria descriptiva de todas las reformas a realizarse en la dependencia policial local en el año 2011. Hoy no se hizo nada, y si la comisaría fuera una instalación en donde trabajen otros empleados, de una fábrica por ejemplo; hoy estaría de paro o clausurada. Es un desastre el estado de la dependencia, y les pido a todos los vecinos que pidan autorización e ingresen allí; creo que el perro que uno tiene en su casa habita en mejores condiciones que los agentes policiales en la comisaría mientras cumplen con su labor diaria”, explicó el concejal, comentando que el lugar se encuentra en graves condiciones de seguridad e higiene.
El convenio
El sábado 3 de septiembre del año 2011, el subsecretario de Coordinación Legal, Técnica y Administrativa del Ministerio de Seguridad y Justicia bonaerense, Julio Pángaro y el intendente Osvaldo Cáffaro firmaron la entrega de un subsidio para mejorar la infraestructura de la Comisaría Primera y la Comisaría Segunda de Lima por $ 307.756.
Según el propio Ejecutivo,esos fondos nunca llegaron, es por eso que el propio gobierno comunal debió hacerse cargo de los arreglos, en principio, de la Comisaría Primera.
El plan de refacciones contempla, en principio, la reparación de los techos y baños, sin descartar en un futuro el arreglo de otros problemas edilicios.
Por otro lado, dentro de las promesas incumplidas de parte del gobierno provincial fue la entrega de motos. Hace casi tres años, y en aquella fría mañana del sábado 3 de septiembre, Cáffaro y el funcionario de la provincia firmaron un convenio- marco para la compra de diez motos, de 100 y 110 centímetros cúbicos, para el trabajo de patrullaje en la ciudad.
De más está decir que estos dos convenios firmados nunca fueron efectivos. Del Ejecutivo manifiestan que esos fondos nunca fueron girados pero hay una ordenanza aprobada por el HCD en donde la provincia aclara que esos fondos sí fueron girados y que restaba la aprobación de los concejales para hacer efectiva esa obra.
En definitiva, hace tres años que los agentes policiales trabajan en condiciones insalubres en una comisaría que, como expresara el edil del PJ, estaría cerrada si se tratase de una empresa. Esto abre la puerta para un debate más profundo, si realmente la policía bonaerense debería ingresar en un proceso de sindicalización; al igual que lo realizaron los médicos de hospitales públicos y los empleados judiciales de la provincia.