Este domingo 10 de abril, el mundo cristiano celebró el Domingo de Ramos, en el que los fieles conmemoraron la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén y su aclamación como hijo de Dios. Este evento se menciona en los cuatro evangelios canónicos, que son los de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
En todas las parroquias de nuestra Diócesis Zárate-Campana se celebró Misa y los sacerdotes procedieron a la bendición de los ramos de olivos y palmas que llevan los fieles como símbolo litúrgico de la entrada de Jesús en Jerusalen. En la parroquia del Carmen, la bendición de Ramos se hizo junto a la fuente de la Plaza Mitre donde se concentró una multitud de fieles, este año sin el distanciamiento impuesto por la pandemia de covid-19 que se impuso en los dos últimos años. Ya en el templo se celebró la misa de este día conocido como el Domingo de Pasión, que marca el fin de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa, durante la que se conmemora la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Cristo.
De acuerdo con los evangelios de Mateo (capítulo 21) y Marcos (capítulo 11) del Nuevo Testamento, Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén montado en un asno. A su paso, sus seguidores le obsequiaron ramos de olivo y de palma y exclamaron “¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!
Antes de llegar a Jerusalén, las Sagradas Escrituras señalan que Jesús se había detenido en las poblaciones de Betania y Betfagé. El evangelio de Juan agrega que esa noche Jesús cenó con Lázaro y con sus hermanas Marta y María. Ahí, se narra que Jesús envió a dos discípulos a una aldea cercana con órdenes de recuperar a un burrito que estaba atado, pero nunca había sido montado y dijo: “Si os preguntan, decid que el Señor necesita un burrito, y que les será devuelto luego”.