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Siguió el debate oral con nuevos testigos

Pablo y José María Ventura ayer fuera de los tribunales de Dolores.

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa continuó ayer miércoles con los testimonios del remero Pablo Ventura, incriminado falsamente en las primeras horas de la investigación del hecho, y tres amigos del joven asesinado en Villa Gesell en enero de 2020. Los patovicas del boliche “Le Brique” y dos agentes policiales también declaran en la tercera audiencia del proceso que se desarrolla en los tribunales de Dolores.
Ventura: “Nunca tuve relación con ninguno”
La audiencia comenzó en el TOC Nª1 con la declaración de Pablo Ventura (24) quien aclaró que no conoce a ninguno de los imputados: “Con ellos nunca tuve ningún tipo de trata, sólo de vista, nunca una relación de amistad con ninguno”.
Ante la consulta del fiscal Juan Manuel Dávila sobre si alguna vez tuvo problemas con alguno de los imputados, el remero contestó: “Con uno nos miramos bastante mal, con Lucas Pertossi, simplemente eso. Porque una vez me enteré que habló mal de mí y nada más”.
Antes de entrar al Palacio de Tribunales, Pablo Ventura hizo declaraciones públicas respecto de su vínculo con los imputados. “Simplemente los conocía de vista del boliche y de Zárate, que es una ciudad chica. No eran amigos ni nada. En ningún momento tuve una disputa con ellos y hasta el día de hoy no sé por qué me acusaron”, afirmó y aseguró: “No siento odio por lo que pasó, pero con buena cara no los voy a mirar”.
Por último, sostuvo con relación al asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa: “No me sorprendió lo que hicieron, porque ya habían tenido peleas”. Y pidió: “Espero que se haga justicia y que los que hicieron lo que hicieron paguen”.
Pablo Ventura demandó al Poder Judicial y al Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires por una suma de 10.000.000 de pesos.
En la demanda, el abogado Marcelo Olmos planteó: “Resulta claro en consecuencia que el Estado debe responder por los perjuicios ocasionados por la infundada y antojadiza detención del actor (por Ventura) reparar el daño moral, la afectación de su imagen y su honor y compensar de alguna forma los padecimientos causados”. El joven, que en ese momento tenía 21 años, estuvo tres días detenido.
No había estado en Villa Gesell el fin de semana en que ocurrió el homicidio. La noche previa al crimen cenó en un restaurante de Zárate con sus padres, Marisa Pitillini y José María Ventura. Este último declaró luego y señaló que “la detención de Pablo nos cambió la vida y nunca supimos quién lo nombró. Nos hizo un daño grande a la familia, estuvimos muy expuestos”, se quejó el padre del remero y reveló: “Mi hijo en un momento no quería salir de la casa, son quería entrenar. (…) Sentimos mucha bronca, ¿por qué tanta cizaña?”. Por último, insistió: “Con mi hijo hicieron un acto de cobardía total”.
Los amigos hablan de una emboscada
Más tarde declararon tres amigos de Fernando y uno de ellos Luciano Nahuel Bonamaison, señaló: “Nos hicieron una especie de emboscada”, y agregó: “Vi cuando Maximo Thomsen le pegó una patada a Fernando con odio, con brutalidad y con intención de matar”. El testigo afirmó que siete u ocho personas fueron los que hicieron la especie de emboscada. “Fueron directo a atacar a Fernando”.
Los patovicas del boliche
Personal de seguridad de “Le Brique” y dos policías también declaran en la tercera audiencia del proceso que se desarrolla en los tribunales de Dolores sobre los hechos que comenzaron con violencia dentro del boliche hasta que fueron sacados del lugar por los patovicas, ya afuera se desató la pelea con el trágico final..
Así finalizó la jornada del debate testimonial, si bien estaban anotados más testigos, la Fiscalía desistió de dos de ellos. En tanto, quedan pendientes las respuestas en cuanto a otros testigos de la querella.

Pablo y José María Ventura ayer fuera de los tribunales de Dolores.