La Plaza Mitre de Zárate merece estar más cuidada, es el centro neurálgico de nuestra ciudad, del centro cívico ya que la rodean edificios patrimoniales como la iglesia del Carmen, la Municipalidad, la Escuela Nro. 1, el Banco de la Nación, el edificio de Plaza Café que fuera la antigua Farmacia Claveriè o el de la Escuela Técnica Nro.3, antigua sede del Colegio Nacional y originariamente confitería El Progreso.
Esta plaza -que en el trazado original del pueblo de 1827 tenía cuatro manzanas- sufrió modificaciones a lo largo de su historia ya casi bicentenaria. En las últimas modificaciones, se suplantó el mástil central por una fuente y se fueron colocando nuevos bustos, que se sumaron al monumento original de 1911, que conmemora a Leandro N. Alem, frente al Municipio.
Hoy comparten la plaza los bustos de Perón y Evita, de José Ignacio Rucci, de Alfredo Palacios, de Hipólito Yrigoyen, de Raúl Alfonsín, de Pancho Ramírez, de Oscar Morano y de Luis Guerci. Pero hay uno especial, el busto de bronce de Bartolomé Mitre que fuera donado por un descendiente del mismo nombre y director del diario La Nación, en la década de 1980, que originalmente estaba ubicado en la calle Belgrano frente al Colegio. ¿Y por qué es particular? Porque también debería ser patrimonial, ya que fue realizado por el prestigioso escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín (padre de China Zorrilla) y autor entre otros monumentos importantes de la estatua ecuestre del Gral. Roca ubicada en Diagonal sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El busto de Mitre firmado por su autor pasa inadvertido por los transeúntes y por quienes deben ocuparse del cuidado y limpieza de la Plaza Mitre. Hoy al mismo -que está apoyado en un pedestal de granito negro- le robaron la placa conmemoratoria y está totalmente sucio, al igual que los bustos vecinos, que lucen también abandonados.