Hace cuatro años que el gobierno interviene fuertemente en la producción agrícola, fijando un precio para el mercado interno con el objetivo de que los precios “en el mostrador” se mantengan estables para que la gente pueda consumirlos a un valor “relativamente económico”.
Especialmente, esta intervención se ve en el trigo, a raíz de esto, de las 17 millones de toneladas en total que se producen, cerca de 5 millones se destinan al mercado interno.
“Ante esta intervención continua y viciosa del gobierno, los productores ven cómo el gobierno les compra en pesos la cosecha y luego las vende en dólares, oficiando de mediador entre la producción y la comercialización. Entonces el negocio del trigo ya dejó de ser rentable y esto se ve en las superficies sembradas, de las 4,5 M de hectáreas cubiertas durante el ciclo anterior se pasaría a unas 3,5 M según la Sociedad Rural (SRA), es decir, el área más baja del último siglo”, expresó el titular de la Sociedad Rural regional, Fernando Boracchia.
Y agregó, “estos números son producto de una larga serie de políticas de desincentivo al sector, ya sea aplicación de derechos de exportación y restricciones a la exportación desde mayo de 2006. Esto provocó la virtual destrucción de los mercados de futuros y, por ende, el desacople de los precios que recibe el productor (que pasaron a ser magros, aún en momentos de bonanza) a pesar de las excelentes cotizaciones internacionales”.
A fines de este mes, los productores zarateños comenzarán con la siembra del trigo, las localidades del sur de la provincia de Buenos Aires lo harán en Julio o Agosto. “Habrá muy pocos terrenos con trigo. Advertimos que la política agropecuaria de este gobierno está llevando a la producción a los índices más bajos en años. Repetimos que ya no es negocio porque interviene el gobierno con la excusa de mantener el precio interno del pan bajo, pero todos sabemos que no es así, ya que el pan no baja. Si nosotros no sembramos no hay producción, no hay exportación y, por ende, bajan las retenciones que se quedó el gobierno”, dijo el titular de la Sociedad Rural de Campana, Zárate y Exaltación de la Cruz.
¿Argentina importadora
de trigo?
A partir de un cóctel que combinó la peor sequía en cincuenta años, tensiones políticas e incertidumbre por problemas internos y externos, la Argentina es testigo de cómo se desploman los saldos exportables de numerosos productos considerados.
“En algunos sectores económicos preponderantes de la economía argentina, la pérdida de los saldos exportables ya es una realidad, mientras que en otros es una posibilidad latente. Con las elecciones nadie se ocupa, pero advertimos de que será tan poca la siembra y la cosecha de maíz que tendremos que comenzar a importar trigo de Uruguay”, expresó Boracchia.
Ante las malas perspectivas para el cultivo, desde la sociedad rural alertan que la cosecha se enfrentará a una pésima performance, “vamos directo a la cosecha de las 5 mil millones de toneladas, por lo que vamos a tener que salir a buscar en el exterior porque no alcanzará ni siquiera para abastecer al mercado interno durante el 2010”, aseguró Boracchia, y opinó, “esta situación crítica en carne, trigo y leche es una consecuencia de la política agropecuaria del Gobierno de los últimos 24 meses. Se está cosechando lo que se sembró”.
“Las vaquitas son ajenas”
Por otro lado, el titular de la sociedad rural regional, ha informado sobre la situación de la leche y la carne, las cuales también están corriendo la misma suerte que el trigo.
“La leche es un producto fundamental en la dieta argentina y un importante generador de divisas, con más de 800 millones de dólares en exportaciones el año pasado. Sin embargo, desde 2002 la Argentina no paró de perder tambos. Hace cuatro años había cerca de 15 mil tambos y ahora solamente quedan 10.200”.
En este contexto, el gerente de la Asociación de Productores de Leche de la República Argentina, Manuel Ocampo, confirmó que en la Argentina “continúan los remates” y que “el sector está absolutamente mal, en una situación crítica.
“El Gobierno, con su intervención, se encargó de complicar la situación de muchos productores. Para graficar la situación que atraviesan, destaco que hace diez años que la Argentina no crece en la producción de leche”, subrayó Boracchia.
Por último, se refirió al tema de la carne, “va a haber menos producción, el consumo se va achicar y va a haber suba de precios”.
A su vez, el dirigente se quejó de que “sufrimos dos años consecutivos de sequía, hubo falta de tacto, se redujo la cantidad de terneros logrados y los productores liquidaron hacienda, principalmente hembras. Esto sí o sí va a repercutir en la producción de carne”, concluyó el titular de la Sociedad Rural de Zárate, Campana y Exaltación de la Cruz, Fernando Boracchia.