La ciudad está sitiada por pozos, obras en construcción a medio hacer, y semáforos que no funcionan.
En este contexto, miles de peatones, de automóviles y cientos de camiones intentan transitar por las calles zarateñas.
Este caos no solamente se expresa en la zona céntrica sino también en los barrios periféricos.
Con la Avenida Antártida Argentina y Avenida Lavalle en ejecución, la Avenida Mitre se encuentra con todos los semáforos fuera de servicio, ahora se agregó el otro aparato de Lavalle y Dorrego y, como por arte de magia, dejó de funcionar el semáforo de una esquina clave, por el gran caudal de tránsito, calle Almirante Brown y Ameghino, en pleno Centro.
Como si fuera poco, la transitabilidad se vuelve más peligrosa de parte de los automovilistas y motociclistas quienes, al ver que estos aparatos no funcionan, no respetan las velocidades mínimas para circular por la ciudad.
Las obras, los pozos y los semáforos fuera de servicio son los nuevos habitantes de esta ciudad, que sigue sin poder desarrollar un tránsito ordenado por la falta de control municipal y por la poca educación vial de sus ciudadanos.
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El transito en la ciudad de Zarate es dificil ordenarlo debido a la falta de concientizacion y mentalizacion de la gente, tanto los que conducen como los peatones. En ambos casos se creen dueño de las calles y no se respetan mutuamente.
Las autoridades correspondiente al transito, debe pedir subsidios para invertir en propagandas educativas, señalizacion, mantenimiento de semasforos, pintura en cordones, limitar segun calles o avenidas las velocidades maximas y una vez que tengamos toda la ciudad en condiciones (especialmente zona centrica y de abundante caudal). Aplicar severas multas por no respetar las leyes de transito y no respetarse mutuamente.
Comparto que cruzar un semasforo en rojo es disparar un arma contra el projimo, por lo que en esta u otra infraccion grave (alcoholismo, drogadiccion) retirarle el registro de conductor por un tiempo prudencial, hasta se determine el tratamiento obligatorio a seguir.
Solo es un pensamiento y deseo de un habitante Zarateño que observo con el correr de los años la falta de etica y respeto a aquellos valores que nos enseñaron nuestros padres