Este medio publicó a finales de mayo una cifra que sorprendió a limeños y zarateños, la nueva ciudad cuenta con 32.996 habitantes.
Así se desprendió de los datos oficiales informados por la Jefatura Distrital de Inspección que coordinó el censo. Y son los mismos datos que se elevó al Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) luego del relevamiento censal en Lima. Teniendo en cuenta que el Partido de Zárate cuenta con 138.022 personas, casi un 25% vive en Lima, lo cual es un dato muy importante para redimensionar el presupuesto limeño y sus necesidades.
Y el dato sorprendió en comparación con los datos de Baradero, por ejemplo, que cuenta con poco más de 37 mil habitantes. Y tomando como base el censo del año 2010, donde se contabilizaban 10.219 habitantes, por lo tanto el crecimiento exponencial fue mayor al 300%. Claro, está la obra de la central nuclear en el medio y las promesas durante diez años de iniciar una tercera, que aún sigue pendiente.
Por lo tanto, los concejales aprobaron una Comunicación solicitando al INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos Argentina) para que informe sobre el resultado de la cantidad de habitantes arrojados en el censo realizado el 18 de mayo pasado en la ciudad de Lima.
Las razones de esta petición se amparan en que la necesidad de “conocer la cantidad de habitantes es un dato de suma importancia ya que permite una organización político-administrativo e institucional sobre las necesidades de la población existente”.
LIMA ES CIUDAD PERO SIN OFICINAS PUBLICAS
La declaratoria de Lima como ciudad, por parte de ambas cámaras legislativas y su posterior ratificación del gobierno bonaerense en abril de este año, significó un gran paso para los limeños en su afán de visualizar las necesidades de su pueblo pero también la adhesión a la Ley 10806. Y la declaratoria de Lima como ciudad implica la creación de dependencias provinciales fijas del Registro Civil, Afip, IOMA y Anses; la instalación de una fiscalía; cumplir con el proyecto de edificar un hospital de alta complejidad; aumentar el presupuesto para la reparación de calles y avenidas y la descentralización de dependencias municipales, por ejemplo la tramitación de licencias de conducir, un CEPAM Lima y la extensión del recorrido del transporte público como así también de reprogramar el servicio de recolección de residuos.
A tres meses de aquella declaratoria poco se hizo al respecto, en el plano municipal y provincial para dotar de oficinas y de infraestructura pública para Lima con la tan repetida premisa de “acercar el Estado a la gente” a través de delegaciones. Así como sigue latente la promesa de que “Lima Ciudad” no sea una mera declaratoria; sigue siendo un desafío poder atender, más allá de los datos censales, la necesidad de apuntalar la infraestructura urbana en función de la posibilidad que existe sobre la construcción de una tercera central nuclear.