El presidente Javier Milei confirmó que existe la posibilidad de romper con el bloque regional del Mercosur, solamente si fuera una “condición extrema” para sellar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Dicho en otros términos, solamente se rompería el Mercosur si la permanencia de Argentina en el bloque impidiera acordar con los Estados Unidos.
No obstante, relativizó la cuestión diciendo que existen mecanismos que garantizan la coexistencia del tratado de libre comercio con la administración de Donald Trump y permanecer dentro del Mercosur.
El presidente hizo estas declaraciones en Suiza y agregó: “Cuando se hacen las consideraciones negativas de dejar o no el Mercosur se menciona al sector automotriz que tiene un acuerdo por fuera. Ese argumento que se utiliza es falso.”
En la misma línea, remarcó: “Estamos explorando la manera de que Argentina se pueda abrir al comercio internacional porque la división del trabajo trae prosperidad.”
Estados Unidos y las políticas de Trump
No puede soslayarse, con respecto a estas apreciaciones que el presidente Milei, tras su participación en la ceremonia de asunción de su par republicano, el pasado 20 de enero en el Capitolio de Washington, enfatizó en que “el mundo debe festejar el arribo del presidente Trump”.
“Su discurso ha sido claro, contundente, y esa era dorada que propone para Estados Unidos iluminará a todo el mundo porque va a implicar el fin de la ideología woke que tanto daño le está haciendo al planeta”, añadió.
Justamente, resultan conocidas las políticas proteccionistas que Trump propone llevar adelante en Estados Unidos y ante una consulta relativa a ese tema,
Milei respondió: “No soy quién para opinar sobre la política comercial de otro país, me parecería una falta de respeto, pero creo que a diferencia de otros líderes Trump entienden perfectamente la geopolítica y utiliza la política comercial de Estados Unidos como parte de la geopolítica”.
Para el Presidente, Trump no es proteccionista “sino que sabe el rol de Estados Unidos y consecuentemente la política comercial es una herramienta de geopolítica”.
“Si uno no entienden el campo en el que juega Trump difícilmente se pueda entender la visión”, definió sin expedirse en torno a la pregunta, que obviamente intentaba referirse a la incidencia que tales políticas pueden llegar a tener en nuestro país.
La relación con China
El mandatario también hizo eco de la buena relación de su gestión con la República Popular China y reveló que trabaja en una visita al país para reeditar la reunión que protagonizó con su par, Xi Jinping.
“Hemos tenido reuniones muy positivas tanto con la gente de la embajada como con Xi Jinping”, reconoció.
Asimismo, calificó ambas economías como “complementarias” y subrayó que “hay mucho para hacer” entre las dos naciones. “Son grandes socias comerciales. La idea es profundizar la relación comercial”, confesó.
Incidencia regional
Teniendo en cuenta este panorama, no puede soslayarse que desde la Unión Industrial Argentina se dejó trascender la disconformidad que generan estas declaraciones y la dirección de la política económica nacional, de adherir a posturas internacionales que -a todas luces- resultan inconvenientes para nuestro país y, puntualmente, hay que tenerlo en cuenta, para nuestra zona .
Veamos. La UIA exteriorizó la molestia de distintos sectores, entre otros por ejemplo, el que representa Paolo Rocca, titular del grupo Techint.
La entidad de los industriales defendió la adopción de medidas antidumping. Son instrumentos de política económica que los gobiernos utilizan para proteger a sus industrias nacionales consideradas estratégicas, cuando se las ve afectadas por una competencia desleal proveniente del extranjero. Y el dumping se da cuando un producto se exporta a un precio inferior al costo de producción en su país de origen o por debajo de su precio en el mercado doméstico. Esta práctica, considerada una competencia desleal, puede causar un daño significativo a las industrias nacionales, ya que dificulta que estas puedan ser competitivas por tener variables diferentes que la complican a la hora de comerciar con industrias de igual rango de otros países.
La UIA dijo que “las medidas antidumping nivelan la cancha frente a la competencia desleal”, y justamente lo ejemplificaron con que otros países que exportan al nuestro determinados productos ,tienen menos carga impositiva que la nacional, mejor infraestructura, financiamiento a tasas blandas, menor costo de energía, entre otros factores de política económica. Y todo eso les permite un ofrecer productos a precios más competitivos del que puede resultar en nuestro país. Se preguntan, entonces, ¿Cómo (se) podría competir con economías donde se subsidia la materia prima y prácticamente no hay leyes laborales?
El caso que preocupa es China, y debería merecer la atención en nuestra zona, ya que es el único competidor del grupo Techint en la fabricación de caños sin costura.
Otro caso emblemático es el de las retenciones. Los productores argentinos, eficientes por naturaleza en la producción de granos y agroalimentos, deben soportar el costo que representan las retenciones, entre todas las demás deficiencias –pésima infraestructura de rutas que dificulta el acceso a puertos, alta carga impositiva por impuestos inmobiliarios, peajes, costos laborales, alto precio de los combustibles- frente a los subsidios que reciben los productores europeos de granos y lácteos.
Resulta fundamental que la política económica contemple estos supuestos. Y que la libertad económica que se pregona en otras partes del mundo sea efectiva y se reclame en casos que se perjudique a la producción nacional, hasta tanto se cumplan con los postulados libertarios de disminución de la presión tributaria, entre otros.
Quizás el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Sturzenegger, que encabezará un plenario en Campana, el 7 de Febrero en Campana, pueda echar luz sobre estas inquietudes.