Un avión Cessna 210 aterrizó de emergencia en la zona de Islas de Ibicuy, departamento entrerriano contiguo a Zárate, a raíz de una falla en el motor ayer jueves en horas tempranas.
El propietario del establecimiento rural en el que se produjo el aterrizaje dio aviso a la policía y detuvo al piloto, un brasileño y su acompañante, una mujer de nacionalidad boliviana que simulaba estar embarazada.
Nadie creyó el relato de la pareja que pretendían escapar y dejar el avión abandonado. Las sospechas por la forma de expresarse y el hecho que no quisieran esperar para ver que se hacía con la aeronave hizo que fueran puestos a disposición de la justicia federal de Entre Ríos.
La aeronave boliviana no tenía como objeto realizar un viaje de turismo, como originalmente se dijo sino que transportaba 359 kilos de cocaína de máxima pureza, según el conteo hecho por detectives de la Policía de Entre Ríos, hasta donde viajó el ministro de Seguridad de la provincia, Néstor Roncaglia, el excomisario general de la Policía Federal experto, precisamente, en investigación de narcotráfico.
Se pudo determinar que el vuelo había salido del sur de Bolivia y se habría quedado sin combustible al sobrevolar nuestra Ciudad y que esta u otra de la zona norte habría sido el destino final.
